Su presencia indica la salud de los ecosistemas marinos, ya que depende de la abundancia de krill, un pequeño crustáceo que constituye la base de su dieta. Estos pingüinos también son indicadores clave de la salud de los océanos, ya que su hábitat se ve directamente afectado por los cambios en las condiciones climáticas y la disponibilidad de hielo marino. Además, su ciclo reproductivo, que implica largas migraciones y cuidado parental, contribuye a la dinámica de nutrientes en la región. Proteger a los Pingüinos Emperador no solo garantiza su supervivencia, sino también la preservación de un ecosistema marino saludable y equilibrado.